Los habitantes de esta localidad en Sudáfrica no podrán obtener agua directamente de sus cañerías a contar de abril de este año y tendrán una ración de sólo 25 litros por persona al día entregada por el Estado.
El segundo centro urbano más poblado de Sudáfrica -tras Johannesburgo- comienza a vivir momentos de crisis, esto luego de que la alcaldesa de Ciudad del Cabo, Patricia de Lille, afirmara que «hemos alcanzado un punto sin retorno» sobre el gasto de agua que puede abastecer la localidad.